miércoles, 26 de marzo de 2014

Nos gusta quedarnos en la semifinal


Hoy nos vamos a centrar en el país que, junto con Andorra, más queremos los eurofan españoles: Portugal. Y es que nuestro vecino es digno de un estudio profundo. Y es que los lusos llevan, ni más ni menos, que cuarenta y seis años acudiendo a la cita festivalera, y esto, le atribuye varias menciones especiales. Sólo han faltado en 1970, cuando se enfadaron por los cuatro países que se alzaron con la victoria en Madrid, en el 2000, por sus malos resultados y dejar hueco a nuevos países, y en 2002 y 2013 por problemas internos.


Otra cosa es que esas menciones sean positivas. Sí, así es. Nuestros vecinos tienen, para empezar, el honor de ser el país que más veces ha participado en este certamen sin llevarse la victoria nunca. Tampoco es que lo hayan intentado conseguir nunca, pero mirando la tabla clasificatoria de Portugal, te entran ganas de muchas cosas menos de dançar comigo. Su mejor resultado en la final es un sexto puesto en 1996 con Lúcia Moniz y O meu coração não tem cor (curioso título). Y ni con la gran Dulce Pontes consiguieron pasar del octavo puesto en 1991. Y dejémoslo ahí, porque si empezamos con los malos resultados, nunca terminamos.


Pero este post no va de esto. Como su título dice, vamos a analizar brevemente la historia de Portugal desde que se implantaron las semifinales en 2004, para intentar comprender por qué sólo han pasado tres veces a la final (y sin grandes resultados, claramente)


¿Preparados? Pues comenzamos con el 2004. El año que el Festival viajaba hasta Turquía y nuestros vecinos llevaban a Estambul a Sofía Vitória, una muchacha que cantaba Foi magia, un canción disco que no paraba de repetir “fantasía” y que consiguió un fantástico 15º puesto en la semifinal y 38 puntos. Ni qué decir tiene que no pasaron a la final.




El 2005 fue el éxtasis del mal gusto luso (y no sería el último). Hasta Kiev viajaron el grupo 2B, una especie de Jemini que cantaron Amar. Y no, no sólo nadie los amó sino que fue toda una tortura para todo el Viejo Continente. Encima decidieron incluir estrofas y estribillos en inglés para ver si colaba. Pero nada. De nuevo, castigados en la semifinal con una 17ª plaza y 51 puntos. Juzguen el vídeo y me comentan si no fue para echarlos de Eurovisión.

 


¿Pero pensabais que tras esto, iban a mejorar? No, queridos lectores. No sólo mejoraron sino que, increíblemente, llevaron hasta Atenas a un grupo aún peor que 2B. Y allí estaban ellas, las Non Stop con su ¿canción? Coisas de nada. Y sí, nada es lo que consiguieron. ¡Hasta se equivocaron nada más empezar la actuación! Otra vez, debían haberlos expulsado. Pero Europa fue buena y les dio 26 puntos y un 19º puesto en la semifinal.

 


En 2007 viajaban a la fría Finlandia. Y esta vez, Portugal quiso llevar el calor latino hasta Helsinki. Vale, en 2007, con Sabrina y su Dança comigo mejoraron. Tanto que hasta consiguieron quedarse a las puertas de la final con una 11ªposición y  88 puntos. Hasta tenía una frasecilla en español la canción. No era nada del otro mundo, pero, siendo Portugal, era el primer temazo en mucho tiempo. 




Belgrado fue la ciudad que vio el éxtasis de Portugal. Una gran voz se presentaba en el escenario con una canción bella, que hablaba sobre lo duro que es el trabajo en mar, y el trabajo bien hecho se recompensó. Sí, hablamos de Vânia Fernandes y su Senhora de mar. Y esta mujer fue la encargada de darle a Portugal un segundo puesto en su semifinal con 120 puntos y el primer pase a la final. La felicidad lusa se desvaneció pronto en la final, cuando se hundieron hasta la 13ª plaza con casi la mitad de puntos respecto a la semifinal. Pero desde ese día, Portugal se ganó el respeto de los eurofan (que lo perderían de nuevo más adelante)




Tras la resaca del 2008, en 2009 Portugal acudía de nuevo a la cita. Esta vez con un tema no tan épico como Senhora de mar, pero el grupo Flor-De-Lis llevaba hasta Moscú una dosis de buen rollismo y ternura que no dejó indiferente a los espectadores. Y con Todas as ruas do amor conseguían un 8º puesto en la semifinal y le daban de nuevo el pase a la final a este veterano país. Pasó lo mismo que en 2008, y en la final se hundieron hasta la 15ª posición. Pero Portugal iba por el buen camino.

 


2010 fue año bastante soso en muchos sentidos. Y esto lo reflejó muy bien Filipa Azevedo y su Ha días assim. Una balada “tipo Disney”, que, debido a su buena interpretación, y la dulzura de Azevedo, sirvieron para que se colasen de nuevo en la semifinal superando en la semifinal a Flor-De-Lis (4º puesto) pero con el mayor descalabro en la final, donde quedaron 18º con 43 puntos.

 


Pero no todo podía ser bonito, y nuestro país “pupas” favorito volvía a las andadas en 2011 con el grupo Homens da Luta. Pero los eurotalifanes les perdonamos tal adefesio porque el país estaba viviendo demasiados malos momentos, y, Eurovisión es un dulce caramelito para demostrar al mundo los problemas de toda una nación. Y con A luta e alegría llevaron, ni más ni menos que a Alemania, la reivindicación sobre la necesidad de los pueblos de luchar contra este sistema que nos ahoga a todos. Un bonito gesto para Angela Merkel que Europa no entendió y les dejó en la 18ª posición con tal sólo 22 puntos y, de nuevo, fuera de la final. Pero con el mensaje bien enviado a sus verdugos.

 


En 2012 recapacitaron y le dieron el pasaporte para Azerbaiyán (el país maldito) a Filipa Sousa y su Vida mina. Un precioso fado que cuenta una historia de amor muy bonita pero que, Europa, de nuevo, no supo valorar. Creo que es la única vez que, bajo el juzgado eurotalifán, Portugal no mereció quedarse fuera de la final. Pero la audiencia es soberana, y les dejó en decimotercera posición y, de nuevo, Portugal decía adiós a la Gran Final.

 


2013 fue el año que confirmó todos los rumores sobre los problemas de la RTP, y con una falta de presupuesto enorme y unos planes de privatización sobre la mesa, nuestro viejo vecino tenía que quedarse en casa. Pero a finales de año nos daba una alegría a todos cuando anunciaban que regresaban (y con ellos, doce ricos puntos para España). Alegría que duró poco cuando eligieron a Suzy y su Quero ser tua para hacer su reaparición en el escenario de Copenhague. Y es que, una vez más, Portugal parece que quiere quedarse en la semifinal con esta canción mitad Lambada, mitad Juan Magán que dudamos de su éxito en la semifinal. Veremos si el tiempo nos da o nos quita la razón. 


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