Hoy nos vamos a centrar en el país que, junto con Andorra,
más queremos los eurofan españoles: Portugal. Y es que nuestro vecino es digno
de un estudio profundo. Y es que los lusos llevan, ni más ni menos, que
cuarenta y seis años acudiendo a la cita festivalera, y esto, le atribuye
varias menciones especiales. Sólo han faltado en 1970, cuando se enfadaron por
los cuatro países que se alzaron con la victoria en Madrid, en el 2000, por sus
malos resultados y dejar hueco a nuevos países, y en 2002 y 2013 por problemas
internos.
Otra cosa es que esas menciones sean positivas. Sí, así es.
Nuestros vecinos tienen, para empezar, el honor de ser el país que más veces ha
participado en este certamen sin llevarse la victoria nunca. Tampoco es que lo
hayan intentado conseguir nunca, pero mirando la tabla clasificatoria de
Portugal, te entran ganas de muchas cosas menos de dançar comigo. Su mejor resultado en la final es un sexto puesto en
1996 con Lúcia Moniz y O meu coração não
tem cor (curioso título). Y ni con la gran Dulce Pontes consiguieron pasar
del octavo puesto en 1991. Y dejémoslo ahí, porque si empezamos con los malos
resultados, nunca terminamos.
1. No. No somos fans de Brequette.
Antes de empezar, queremos dejar claro que es una tontería pensar que no confiamos en nuestra canción por idolatrar ciegamente a Brequette, La Dama, Jorge González o a Anne Igartiburu. ¿Por quién nos tomáis, por muchos de los fans de Ruth Lorenzo? Y es que si queréis saber nuestra opinión, simplemente decir que, igual que vemos a Ruth una gran voz con una canción mediocre, vemos en Brequette una buena canción que le quedó grande a la muchacha en directo. Dicho esto, comencemos de verdad.
Belorrusia, siro poins (Ohtia, onde está Belorrusia)
Gracias a Massiel, nuestra drunkendiva del 2007, por esta bella entrada en la que muestras que no aprobaste geografía en la vida.
¡AH, QUIEN HA ESCRITO ESTO!
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Que vergüenza por favor...
Empezamos con Misión Eurovisión. Tras el fiasco de las Katschup y sus sillas de peluquería de barriobajo andergraun Bloody Mary, TVE decide hacer una preselección algo difícil de entender. Se convocan artistas e interpretes, se mezcla, se remezcla y TARAAAAN: Sale nuestro representante del 2007.
Por que es cierto que en las canciones de Eurovisión no se pueden nombrar marcas, ideas políticas o religiosas y todos sabemos que la “inspiración” llega de muchos sitios pero, aún así, la originalidad no está reñida con este concurso.
ATENCIÓN!!!! Este post no es apto para todos aquellos que sufran de un amor incondicional hacia Ruth Lorenzo o sean muy sensibles.
Good evening Europe, this is London calling!
Una vez al año tenemos la oportunidad de sentarnos frente a la televisión y poder admirar las maravillosas diferencias de las que disfrutamos entre diversos países del viejo continente.